Salinas y Guayaquil
- Richard Urizar Ocharan

- 16 may 2020
- 8 Min. de lectura
Luego de tener unos buenos día de relajo y fiesta nos despedimos de Jovanna debido a que iba a continuar su ruta por Cuenca debido a que contaba con un voluntariado ahí y más tiempo para viajar. Gino, Victor, Angelo y yo tomamos un bus con rumbo a Guayaquil (6 de Enero), pero sin antes tener una parada por el día en Salinas. Para llegar a Salinas desde Montañita tenemos que tomar un bus de 1 hora y 15 minutos aprox. desde la terminal de Montañita (que partimos a las 11:30) hasta la Terminal de Santa Elena (llegando 12:45) que nos costó $1.75. Saliendo de la terminal de Santa Elena a las afueras, encontrarás buses que te llevarán a Salinas por solo $0.3. es cuestión de preguntarle a un local cual es el bus correcto para no equivocarnos. ¿Porque no decidimos quedarnos en Salinas y solo pasar el día?
Nosotros consideramos que Salinas, a pesar de ser un destino turísticos y muy concurrido en Ecuador, al tener el tiempo contado y observar todo lo que Ecuador tenía para ofrecernos, creemos que es un destino no muy indispensable pero que si debes conocer al menos de pasada.
El bus te dejará a un par de cuadras del malecón, en donde decidimos pasar el día en la playa. A la hora de almuerzo nos encontramos con dos amigos Xavier y Carlos de Guayaquil que se hospedaron en el mismo Hostel en Montañita y nos invitaron a almorzar. Estuvimos conversando un poco de que poder hacer en Guayaquil (ya que ellos vivían allá) y la posibilidad de podernos ver ahí también. Llegada las 17:30 horas aproximadamente nos despedimos de los chicos para luego tomar un bus de regreso a la Terminal de Santa Elena (el precio del tramo de $0.3) y continuar con nuestro recorrido.

Sin embargo, los planes aveces pueden tomar un giro diferente, ese día una de las chicas con las que estuvimos en Montañita conversando la última noche (si no has visto mi artículo te lo dejo aquí el link), nos propuso pasar esa tarde con sus amigos en la playa y quedarnos en hasta el día siguiente, ya que ella vivía cerca de la terminal de Santa Elena, para la cual accedimos.
Aproximadamente a las 3 de la mañana decido retirarme para la terminal ya que a las 4 de la mañana había un bus para Guayaquil y no quería perderme ningún lugar de Guayaquil. Este bus que tomo es de la empresa interprovincial Costa Azul C.I.C.A. y que tenía un costo de $4.3 el tramo, teniendo una duración de 2 horas de viaje, llegando a las 6 de la mañana a la terminal de Guayaquil. Ya en Guayaquil (7 de enero), quería probar una aplicación que en Perú me había servido y la cual he utilizado "Couchsurfing" para uno de los tres días que nos quedaríamos en Guayaquil (conoce un poco más de la aplicación en mis datos prácticos) esto debido a que mis amigos Gino y Angelo además de ir de paseo tenían unas visitas programas de trabajo en la ciudad y contaban con su alojamiento en el Hilton (pagado por la empresa que visitarían) y ha Victor lo alcanzaría al día siguiente en el hostel, Entonces, el primer día es donde conocí a Ellen una couchsurfer que junto a su familia se ofreció a darme alojamiento en su casa, dándome las indicaciones de como llegar y con la ayuda de Google Maps para no perderme, este bus lo tome a las afueras de la terminal y me costó $2.

Llegué sin ningún problema a su casa en donde conocí a su mamá, Jonathan su hermano y su perro oso, y los cuales me recibieron con un gran desayuno. Me indicaron donde podía quedarme y también poder tomar una ducha y descansar una horas para que luego del almuerzo, Jonathan, se ofreció en acompañarme a conocer Guayaquil y enseñarme sus lugares turísticos.
Después de almuerzo, Con Jonathan y Katita su enamorada tomamos un bus con destino a nuestro primer destino el malecón del Salado un espacio de esparcimiento donde tendrás opciones para disfrutar de actividades artísticas que se presentan en las plazoletas. Luego de conocer el malecón, tomamos rumbo a la plaza centenario, una de las plazas más grandes de la ciudad, esta plaza guarda mucha historia, pues fue inaugurada como la obra cumbre de los festejos por la conmemoración de los cien años de la independencia guayaquileña. Aquí encontrarás varios monumentos representativos históricos, siendo el de mayor importancia el de La Libertad, que muestra las imágenes de los héroes ecuatorianos durante la independencia.
A lo largo del recorrido se pueden apreciar en las diferentes plazas y calles céntricas distintas esculturas de personajes populares, históricos y costumbristas, con lo que ha pasado a tener una especie de ruta que se puede conocer.
Luego , fuimos a conocer la rotonda una insigne representación del encuentro de los libertadores Simón Bolívar y José de San Martín el 26 de julio de 1822 donde decidieron el destino de la provincia, ya ahí me encontré con Victor y dos chicos que conoció en el hostel Lucas de Alemania y Agnes de Noruega. y con los cuales comenzamos a recorrer el malecón 2000 un paseo amplio con bellas estatuas y con una vista espectacular hacia el río Guayas. Esta gran estructura podrás disfrutarla de forma marítima o terrestre, pues hay barcos y carros que recorren las 26 cuadras que ocupa el bello malecón.
Luego de recorrer el malecón 2000, continuamos nuestro recorrido con destino al cerro Santa Ana, para llegar ahí tienes que pasar por el barrio de las peñas, un barrio que quien lo visita queda encantado con sus lindas casas históricas y su piso de adoquines que huelen a historias y vivencias de los primeros escritores, músicos y libertadores, que han convertido en el mágico corazón colonial de los guayaquileños y en uno de los atractivos turísticos del Ecuador. Además alberga los mejores lugares nocturnos de Guayaquil. Luego de pasar por ahí y subir sus 444 escalones, llegas a la cima del cerro de 60 metros el cerro Santa Ana, en donde encontrarás el famoso faro de Guayaquil desde donde obtendrás las mejores fotos de la ciudad.
Al bajar de el cerro, estábamos con un poco de hambre así que decidimos hacer una parada a comer en un chifa que la verdad estuvo 3/5, luego nos fuimos a otro atractivo turístico de esa ciudad el parque de iguanas, esto debido a que se pasean por el parque libremente compartiendo con quienes lo visitan, encontrando a su alrededor otras bellezas arquitectónicas como La Catedral Metropolitana de Guayaquil y el monumento a Simón Bolívar.
El último punto del día fueron las aguas danzantes, que se encuentran cerca al malecón del salado, en este espectáculo podrás apreciar agua con diversos colores danzando a los acordes de canciones tradicionales de la urbe, además de elevar chorros de 40 metros de altura dibujando cortinas de agua que son usadas para ver películas y videos. (Es como un circuito mágico de aguas en Perú, pero más pequeño). Al finalizar el día, me despedí de Victor y los chicos y me regresé con Jonathan a casa en bus que nos costó $0.30, donde nos esperaba una rica cena preparada por su mamá a la cual le doy un 100/10, si gente estaba buenasa, cabe recalcar también que todas los lugares que visitamos lo hicimos caminando a excepción de llegar tanto al punto de partida de nuestro recorrido como el punto final.
A la mañana siguiente (8 de enero), luego de tomar desayuno y alistar mis cosas me tocó despedirme de Ellen y su familia, con la cual hasta el día de hoy que escribo esto sigo manteniendo en contacto. Aprendí mucho de ella y su familia, además de que mejor que conocer el lugar que con un local. Partí con rumbo al hostel donde se quedaba Victor, Casa Michael para dejar mis cosas ya que esa noche me quedaría ahí hospedado, este hospedaje lo encontró por booking con un precio de $8 la noche una habitación de 8 camas compartidas, baño compartido, wifi, cerca a la terminal, pero no contaba con desayuno (a este hostel le doy un 4.5/5). Luego de dejar mis cosas, nos fuimos con rumbo a la Isla Saltay, primero tomamos un colectivo por $0.30 al centro de la ciudad, en donde pasamos por un lugar de batidos en el cual nos costó $1.25 cada batido y caminando un poco más encontramos un lugar con tigrillo un revuelto de plátano con queso, huevo, chicharrón o carne de res. Su nombre proviene del color café claro, casi amarillo, con pintas obscuras del plátano chamuscado, que se asemeja a la piel del animal silvestre., este plato nos costó $3.
Luego de eso tomamos un colectivo que nos costó $0.3 para la calle El Oro o fluvial, donde es el punto en donde tendríamos que cruzar peatonal-mente o ciclisticamente el puente a la isla Saltay. El acceso no tiene costo, más si deseas puedes alquilar una bicicleta, ésta tiene un costo de $4.00. La atención sobre el puente es de 06:00 a 21:00, pero el ingreso a la isla Santay solo es de 06:00 a 17:00. Se debe regresar a Guayaquil máximo a las 18:00.
Adicionalmente de encontrar diversas aves y mamíferos, su principal atractivo de la isla es el hábitat de cocodrilos de la costa, en peligro de extinción, a los que se puede observar dentro de una cocodrilera. Encuentra además museos, snacks, bebidas, restaurantes con comida típica y venta de recuerdos.
Luego de conocer la isla, fuimos caminando en busca de una estación de bus para tomar uno rumbo a nuestro hostel, en el camino encontramos un restaurante que vendían pan de yuca a $1 y un plato de mondongo a $3 así que compramos uno de cada uno para probar, el pan no estaba mal le doy un 4,5/5 pero el plato de mondongo para mí estaba un 2/5, al llegar a la estación de buses nos comunicamos con Gino y Angelo para ver si cenábamos juntos, para lo que nos dicen que ellos al estar hospedados en el Hilton podían invitar cada uno a una persona para un buffet que se encontraba por unas horas abierto, para lo cual no dudamos en decir si. Así que tomamos un uber cerca a la estación el Oro hacia el hotel Hilton y nos costó 2.25 cada uno. Una vez ahí bajaron por nosotros y lo primero que hicieron fue a ver las habitaciones en las que estaban hospedados #vidadericachones, tomé una ducha para luego irnos a comer al buffet, creo que fue el momento magnate de nuestro paso por Guayaquil.
Más tarde, luego de arrasar con la comida y la bebida, Xavier nuestro amigo de Guayaquil se nos unió para llevarnos a pasear por la noche Guayaquil. Para finalizar el día, nos invitó a comer unos kebab en un lugar que el conocía y de ahí nos dejó en nuestro hostel para poder descansar, la verdad que Guayaquil me dejó sorprendido y superó mis expectativas y la de nuestros compañeros, esto porque la mayoría de gente que preguntamos sobre Guayaquil nos decía que no deberíamos visitarla, sin embargo creo yo que es un gran destino que sí o sí debería estar si visitas Ecuador.
Al día siguiente (9 de enero), nos iríamos a un nuevo destino: Cuenca, y en el cual solo iríamos Victor y yo, ya que Gino y Angelo tenían unas visitas pendientes en otra ciudad, pero tranquilos que luego se vuelven a unir con nosotros. Así que por ahora los dejo hasta el siguiente artículo con otra historia y aventura más, nos vemos gente!
Richard :)







































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